Metodología científica contra el COVID-19

Desde el comienzo de la crisis provocada por la COVID-19, se ha recomendado encarecidamente el uso de mascarillas como elemento imprescindible para minimizar su propagación. Esto es debido a que la enfermedad se propaga principalmente de persona a persona a través de los aerosoles formados por las pequeñas partículas que salen despedidas de la nariz o la boca de una persona infectada al toser, estornudar o hablar. Según la Organización Mundial de la Salud, el uso de mascarillas protege al individuo sano de la exposición a los virus, pero también, ¡muy importante!, impide o minimiza que una persona infectada transmita el virus.
Una cuestión importante: no debemos olvidar que el uso de mascarillas no es la única medida que debemos tomar pensando en nuestra salud y en la del resto de personas  próximas.